En un esfuerzo por reforzar la seguridad en los recintos penales de la región de Antofagasta, Gendarmería llevó a cabo una serie de allanamientos sorpresivos durante el mes de diciembre. Estos operativos se realizaron en unidades como el Centro de Detención Preventiva de Calama, Taltal, Tocopilla, así como en el Centro Penitenciario Femenino y el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado de Antofagasta. Los allanamientos abarcaron a cerca de 2.300 internos e internas, lo que corresponde al 70% de la población penal regional. Como resultado, se logró la incautación de 89 envoltorios con sustancias prohibidas, 19 teléfonos celulares, 75 armas cortopunzantes artesanales, además de cargadores, cables USB, audífonos inalámbricos y fermento artesanal. Según el director de Gendarmería en Antofagasta, coronel Rodrigo Salinas, estos operativos son fundamentales para mantener el control en las unidades penales y prevenir alteraciones del orden al interior. Por su parte, la seremi de Justicia y Derechos Humanos Trissy Figueroa resaltó la importancia del trabajo del Gobierno para garantizar la seguridad en los establecimientos penales. La funcionaria destacó que los allanamientos realizados durante todo el año han permitido identificar elementos con mayor impacto en la seguridad dentro de las cárceles. Esto ha contribuido a evitar la comisión de delitos o acciones coordinadas desde el interior hacia el exterior. Finalmente, cabe mencionar que los allanamientos contaron con más de 300 funcionarios participantes apoyados por equipos especializados como la Unidad Especializada Penitenciaria Servicios Especiales (USEP), Equipo Canino Adiestrado (ECA) y Grupo Apoyo Reacción Primaria (GARP).
En una acción coordinada para reforzar la seguridad dentro de los recintos penitenciarios, Gendarmería de Chile llevó a cabo un operativo en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado de Antofagasta. El allanamiento, realizado durante la época de fin de año, abarcó diez módulos del recinto que alberga a un total de 884 internos. Ante esto, los funcionarios intervinieron diversas áreas del penal y lograron incautar una considerable cantidad de elementos prohibidos. Entre lo decomisado, se encontraron 67 envoltorios con sustancias ilícitas, seis teléfonos celulares, un módem de internet, 57 armas blancas de fabricación artesanal y líquidos fermentados, los cuales estaban dispersos en distintos puntos de los módulos intervenidos. Asimismo, el teniente coronel Alex Meza Domínguez, Jefe Operativo (s) de Gendarmería de Antofagasta, destacó que estos procedimientos son habituales en las unidades penales, pero que en época de celebraciones se intensifican para prevenir altercados entre los internos y garantizar la seguridad de los funcionarios y las personas privadas de libertad. Al retirar estos elementos, muchos de los cuales son fabricados a partir de la destucción del mobiliario, logramos un mayor control sobre la población penal, explicó Meza. Finalmente, el operativo que involucró a 37 funcionarios de diversas unidades especializadas incluidos el Equipo Canino Adiestrado y el Grupo Apoyo Reacción Primaria tiene como objetivo asegurar que las festividades no generen situaciones conflictivas al interior del recinto. La intervención también busca mantener un entorno seguro tanto para los internos como para los funcionarios encargados velar por el orden y la seguridad dentro establecimientos penitenciarios.
En un esfuerzo por reforzar la seguridad en los recintos penales de la región de Antofagasta, Gendarmería llevó a cabo una serie de allanamientos sorpresivos durante el mes de diciembre. Estos operativos se realizaron en unidades como el Centro de Detención Preventiva de Calama, Taltal, Tocopilla, así como en el Centro Penitenciario Femenino y el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado de Antofagasta. Los allanamientos abarcaron a cerca de 2.300 internos e internas, lo que corresponde al 70% de la población penal regional. Como resultado, se logró la incautación de 89 envoltorios con sustancias prohibidas, 19 teléfonos celulares, 75 armas cortopunzantes artesanales, además de cargadores, cables USB, audífonos inalámbricos y fermento artesanal. Según el director de Gendarmería en Antofagasta, coronel Rodrigo Salinas, estos operativos son fundamentales para mantener el control en las unidades penales y prevenir alteraciones del orden al interior. Por su parte, la seremi de Justicia y Derechos Humanos Trissy Figueroa resaltó la importancia del trabajo del Gobierno para garantizar la seguridad en los establecimientos penales. La funcionaria destacó que los allanamientos realizados durante todo el año han permitido identificar elementos con mayor impacto en la seguridad dentro de las cárceles. Esto ha contribuido a evitar la comisión de delitos o acciones coordinadas desde el interior hacia el exterior. Finalmente, cabe mencionar que los allanamientos contaron con más de 300 funcionarios participantes apoyados por equipos especializados como la Unidad Especializada Penitenciaria Servicios Especiales (USEP), Equipo Canino Adiestrado (ECA) y Grupo Apoyo Reacción Primaria (GARP).
En una acción coordinada para reforzar la seguridad dentro de los recintos penitenciarios, Gendarmería de Chile llevó a cabo un operativo en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Concesionado de Antofagasta. El allanamiento, realizado durante la época de fin de año, abarcó diez módulos del recinto que alberga a un total de 884 internos. Ante esto, los funcionarios intervinieron diversas áreas del penal y lograron incautar una considerable cantidad de elementos prohibidos. Entre lo decomisado, se encontraron 67 envoltorios con sustancias ilícitas, seis teléfonos celulares, un módem de internet, 57 armas blancas de fabricación artesanal y líquidos fermentados, los cuales estaban dispersos en distintos puntos de los módulos intervenidos. Asimismo, el teniente coronel Alex Meza Domínguez, Jefe Operativo (s) de Gendarmería de Antofagasta, destacó que estos procedimientos son habituales en las unidades penales, pero que en época de celebraciones se intensifican para prevenir altercados entre los internos y garantizar la seguridad de los funcionarios y las personas privadas de libertad. Al retirar estos elementos, muchos de los cuales son fabricados a partir de la destucción del mobiliario, logramos un mayor control sobre la población penal, explicó Meza. Finalmente, el operativo que involucró a 37 funcionarios de diversas unidades especializadas incluidos el Equipo Canino Adiestrado y el Grupo Apoyo Reacción Primaria tiene como objetivo asegurar que las festividades no generen situaciones conflictivas al interior del recinto. La intervención también busca mantener un entorno seguro tanto para los internos como para los funcionarios encargados velar por el orden y la seguridad dentro establecimientos penitenciarios.