Dos hermanos de 11 y 14 años, residentes de Calama, siguen enfrentando un largo y doloroso proceso de recuperación después de haber sufrido graves quemaduras provocadas por un petardo que uno de ellos manipulaba y que fue adquirido por su padre en las festividades de fin de año de 2023. El accidente ocurrió en el Parque El Loa, cuando el artefacto explotó en las manos de uno de los niños, afectando gravemente no solo sus manos, sino también el rostro de su hermana, quien observaba la escena a corta distancia. Ambos menores fueron rápidamente hospitalizados y sometidos a múltiples cirugías, injertos de piel y curaciones, un tratamiento que continúa casi 12 meses después del incidente. Ante esto, el dramático caso fue dado a conocer esta mañana por el Director del centro de rehabilitación COANIQUEM en Antofagasta, Juan Urrutia Reyes, quien estuvo acompañado por el Director del Hospital Regional de Antofagasta, Antonio Zapata; el Seremi de Salud de la región, Alberto Godoy; y la Teniente de Carabineros, Claudia Cisternas. La ocasión fue aprovechada para lanzar la campaña “ No más Fuegos Artificiales ”, cuyo objetivo es prevenir accidentes derivados del uso de estos artefactos, particularmente en la época de fin de año. El Director Juan Urrutia destacó que la Ley 19.860 prohíbe la venta, compra y uso fuegos artificiales en Chile. Sin embargo advirtió que los casos continúan siendo un problema especialmente en el norte del país donde sigue siendo común manipularlos a pesar las restricciones legales. Zapata detalló que las quemaduras graves requieren atención urgente ya que cada año se atienden entre 80 y 100 casos relacionados con fuegos artificiales. Además mencionó los riesgos adicionales para niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Ningún fuego artificial es inofensivo, subrayó Godoy insistiendo en una actitud responsable por parte adultos para evitar tragedias durante celebraciones. Cisternas recordó sobre la regulación legal respecto a venta ilegal e hizo un llamado a denunciar cualquier actividad sospechosa al fono 133 o al número correspondiente. En resumen, es crucial tomar medidas preventivas para evitar más tragedias durante celebraciones como fin año donde se incrementa considerablemente este tipo incidentes.
Las autoridades de Queensland, Australia, están en una búsqueda intensa para localizar a un hombre de 33 años que arrojó agua hirviendo a un bebé de nueve meses en un parque de Brisbane. El incidente ocurrió mientras el pequeño, llamado Luka, disfrutaba de un picnic con su padre. Ante esto, según testigos, el hombre, de origen asiático, se acercó inesperadamente al bebé y le vació un termo con agua hirviendo directamente en la cara, causándole quemaduras graves en su rostro y partes de su cuerpo. La familia del menor ha declarado que no conocía al atacante ni entendía las motivaciones detrás de este brutal ataque. Asimismo, el menor que sufrió quemaduras severas, ha tenido que someterse a múltiples operaciones e injertos de piel para tratar las heridas. La situación ha conmocionado a la comunidad local, y las autoridades han redoblado sus esfuerzos para capturar al responsable. Ahora bien, el sospechoso logró evadir la captura y salió de Australia desde el Aeropuerto de Sídney apenas 12 horas antes de que la policía pudiera identificarlo utilizando imágenes de las cámaras de seguridad del parque y del aeropuerto. Las autoridades de Queensland están colaborando con agencias internacionales para localizar al hombre, quien enfrenta cargos de daño corporal grave, un delito que en Australia puede ser castigado con cadena perpetua. Finalmente, desde el país han pedido a cualquier persona que tenga información sobre el paradero del sospechoso que se comunique inmediatamente con la policía. Mientras tanto, la familia del pequeño Luka enfrenta un largo camino de recuperación, apoyados por la comunidad local que ha mostrado su solidaridad y apoyo ante este doloroso episodio.
Dos hermanos de 11 y 14 años, residentes de Calama, siguen enfrentando un largo y doloroso proceso de recuperación después de haber sufrido graves quemaduras provocadas por un petardo que uno de ellos manipulaba y que fue adquirido por su padre en las festividades de fin de año de 2023. El accidente ocurrió en el Parque El Loa, cuando el artefacto explotó en las manos de uno de los niños, afectando gravemente no solo sus manos, sino también el rostro de su hermana, quien observaba la escena a corta distancia. Ambos menores fueron rápidamente hospitalizados y sometidos a múltiples cirugías, injertos de piel y curaciones, un tratamiento que continúa casi 12 meses después del incidente. Ante esto, el dramático caso fue dado a conocer esta mañana por el Director del centro de rehabilitación COANIQUEM en Antofagasta, Juan Urrutia Reyes, quien estuvo acompañado por el Director del Hospital Regional de Antofagasta, Antonio Zapata; el Seremi de Salud de la región, Alberto Godoy; y la Teniente de Carabineros, Claudia Cisternas. La ocasión fue aprovechada para lanzar la campaña “ No más Fuegos Artificiales ”, cuyo objetivo es prevenir accidentes derivados del uso de estos artefactos, particularmente en la época de fin de año. El Director Juan Urrutia destacó que la Ley 19.860 prohíbe la venta, compra y uso fuegos artificiales en Chile. Sin embargo advirtió que los casos continúan siendo un problema especialmente en el norte del país donde sigue siendo común manipularlos a pesar las restricciones legales. Zapata detalló que las quemaduras graves requieren atención urgente ya que cada año se atienden entre 80 y 100 casos relacionados con fuegos artificiales. Además mencionó los riesgos adicionales para niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Ningún fuego artificial es inofensivo, subrayó Godoy insistiendo en una actitud responsable por parte adultos para evitar tragedias durante celebraciones. Cisternas recordó sobre la regulación legal respecto a venta ilegal e hizo un llamado a denunciar cualquier actividad sospechosa al fono 133 o al número correspondiente. En resumen, es crucial tomar medidas preventivas para evitar más tragedias durante celebraciones como fin año donde se incrementa considerablemente este tipo incidentes.
Las autoridades de Queensland, Australia, están en una búsqueda intensa para localizar a un hombre de 33 años que arrojó agua hirviendo a un bebé de nueve meses en un parque de Brisbane. El incidente ocurrió mientras el pequeño, llamado Luka, disfrutaba de un picnic con su padre. Ante esto, según testigos, el hombre, de origen asiático, se acercó inesperadamente al bebé y le vació un termo con agua hirviendo directamente en la cara, causándole quemaduras graves en su rostro y partes de su cuerpo. La familia del menor ha declarado que no conocía al atacante ni entendía las motivaciones detrás de este brutal ataque. Asimismo, el menor que sufrió quemaduras severas, ha tenido que someterse a múltiples operaciones e injertos de piel para tratar las heridas. La situación ha conmocionado a la comunidad local, y las autoridades han redoblado sus esfuerzos para capturar al responsable. Ahora bien, el sospechoso logró evadir la captura y salió de Australia desde el Aeropuerto de Sídney apenas 12 horas antes de que la policía pudiera identificarlo utilizando imágenes de las cámaras de seguridad del parque y del aeropuerto. Las autoridades de Queensland están colaborando con agencias internacionales para localizar al hombre, quien enfrenta cargos de daño corporal grave, un delito que en Australia puede ser castigado con cadena perpetua. Finalmente, desde el país han pedido a cualquier persona que tenga información sobre el paradero del sospechoso que se comunique inmediatamente con la policía. Mientras tanto, la familia del pequeño Luka enfrenta un largo camino de recuperación, apoyados por la comunidad local que ha mostrado su solidaridad y apoyo ante este doloroso episodio.