Antofagasta ha dado un paso histórico hacia el desarrollo espacial con el proyecto “Antofagasta en Órbita”, una iniciativa pionera a nivel regional que apunta al diseño, integración y operación de una misión satelital orientada al monitoreo ambiental y territorial. El proyecto, impulsado por el Centro de Innovación y Diseño Avanzado (CINNDA) y financiado por el Gobierno Regional de Antofagasta, se consolida como un avance clave en descentralización tecnológica y científica. Según explicó Ricardo Grau, director ejecutivo de CINNDA, la iniciativa contempla el desarrollo de un satélite tipo CubeSat equipado con una cámara multiespectral que operará en el rango óptico —visible e infrarrojo cercano—. Su objetivo será capturar información periódica y comparable en el tiempo, permitiendo generar datos estratégicos para la toma de decisiones regionales y dejar capacidades instaladas en el territorio para futuras misiones espaciales. Según señala El Mercurio, el satélite operará en una órbita baja adecuada para observación repetitiva sobre la Región de Antofagasta. Entre sus principales aplicaciones se incluyen la vigilancia climática, la detección de estrés ambiental, el monitoreo de cambios en el uso de suelo, la expansión urbana y la fiscalización ambiental, además del seguimiento de relaves mineros y riesgos asociados a desastres naturales. A pesar de que el foco del proyecto está en Antofagasta, el sistema tendrá cobertura global debido al tipo de órbita, lo que permitirá realizar comparaciones y generar usos complementarios en otros territorios. El gobernador regional, Ricardo Díaz, destacó que contar con datos satelitales propios permitirá enfrentar mejor los desafíos ambientales y productivos del norte, como la gestión del agua, la minería sostenible, la conservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático. Además, subrayó que este tipo de iniciativas fortalece la autonomía regional y evita aplicar soluciones estandarizadas a realidades territoriales diversas. Desde una mirada académica se relevó que proyectos como Antofagasta en Órbita no solo generan información estratégica sino también aportan significativamente a la formación de capital humano abriendo oportunidades para estudiantes y profesionales en áreas como ingeniería ciencia de datos y tecnología espacial. Esto se complementa con el fortalecimiento del ecosistema aeroespacial regional y el desarrollo de nuevas carreras y emprendimientos. El proyecto contempla un plazo de ejecución de 24 meses con etapas de diseño desarrollo integración validación y preparación para el lanzamiento estimado hacia comienzos de 2028. Dado que Chile aún no cuenta con infraestructura de lanzamiento espacial esta etapa deberá realizarse fuera del país. “Esperamos que Antofagasta en Órbita sea también una semilla: un paso concreto para que Chile avance en el mediano y largo plazo hacia contar con infraestructura propia de acceso al espacio” concluyó Grau destacando el carácter estratégico y visionario de la iniciativa. La empresa Desarrollo de Tecnologías y Sistemas (DTS), filial de ENAER, se incorporó como socio estratégico al proyecto Antofagasta en Órbita iniciativa que busca desplegar el primer satélite regional para vigilancia climática y territorial. Se trata de un CubeSat de bajo costo y alto impacto orientado a monitorear sequías cambios de uso del suelo y riesgos ambientales en el norte del país. El anuncio se enmarca en el fortalecimiento de la industria espacial chilena con la próxima puesta en marcha del Centro Espacial Nacional y el desarrollo del Sistema Nacional Satelital (SNSAT) que integra capacidades para monitoreo territorial gestión de emergencias protección ambiental y apoyo a políticas públicas. Antofagasta en Órbita aportará datos locales clave para planificación y respuesta ante desastres en un territorio mayoritariamente desértico. DTS contribuirá con su experiencia en ingeniería espacial desde la integración de componentes pruebas en laboratorio hasta seguimiento post-lanzamiento. Esta alianza se suma a acuerdos previos de la compañía con actores del sector y a su participación en instancias internacionales consolidando un ecosistema que proyecta a Chile hacia una mayor autonomía tecnológica. El hito refuerza la idea de que el norte del país puede transformarse en un polo estratégico para el desarrollo espacial regional.
Antofagasta ha dado un paso histórico hacia el desarrollo espacial con el proyecto “Antofagasta en Órbita”, una iniciativa pionera a nivel regional que apunta al diseño, integración y operación de una misión satelital orientada al monitoreo ambiental y territorial. El proyecto, impulsado por el Centro de Innovación y Diseño Avanzado (CINNDA) y financiado por el Gobierno Regional de Antofagasta, se consolida como un avance clave en descentralización tecnológica y científica. Según explicó Ricardo Grau, director ejecutivo de CINNDA, la iniciativa contempla el desarrollo de un satélite tipo CubeSat equipado con una cámara multiespectral que operará en el rango óptico —visible e infrarrojo cercano—. Su objetivo será capturar información periódica y comparable en el tiempo, permitiendo generar datos estratégicos para la toma de decisiones regionales y dejar capacidades instaladas en el territorio para futuras misiones espaciales. Según señala El Mercurio, el satélite operará en una órbita baja adecuada para observación repetitiva sobre la Región de Antofagasta. Entre sus principales aplicaciones se incluyen la vigilancia climática, la detección de estrés ambiental, el monitoreo de cambios en el uso de suelo, la expansión urbana y la fiscalización ambiental, además del seguimiento de relaves mineros y riesgos asociados a desastres naturales. A pesar de que el foco del proyecto está en Antofagasta, el sistema tendrá cobertura global debido al tipo de órbita, lo que permitirá realizar comparaciones y generar usos complementarios en otros territorios. El gobernador regional, Ricardo Díaz, destacó que contar con datos satelitales propios permitirá enfrentar mejor los desafíos ambientales y productivos del norte, como la gestión del agua, la minería sostenible, la conservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático. Además, subrayó que este tipo de iniciativas fortalece la autonomía regional y evita aplicar soluciones estandarizadas a realidades territoriales diversas. Desde una mirada académica se relevó que proyectos como Antofagasta en Órbita no solo generan información estratégica sino también aportan significativamente a la formación de capital humano abriendo oportunidades para estudiantes y profesionales en áreas como ingeniería ciencia de datos y tecnología espacial. Esto se complementa con el fortalecimiento del ecosistema aeroespacial regional y el desarrollo de nuevas carreras y emprendimientos. El proyecto contempla un plazo de ejecución de 24 meses con etapas de diseño desarrollo integración validación y preparación para el lanzamiento estimado hacia comienzos de 2028. Dado que Chile aún no cuenta con infraestructura de lanzamiento espacial esta etapa deberá realizarse fuera del país. “Esperamos que Antofagasta en Órbita sea también una semilla: un paso concreto para que Chile avance en el mediano y largo plazo hacia contar con infraestructura propia de acceso al espacio” concluyó Grau destacando el carácter estratégico y visionario de la iniciativa. La empresa Desarrollo de Tecnologías y Sistemas (DTS), filial de ENAER, se incorporó como socio estratégico al proyecto Antofagasta en Órbita iniciativa que busca desplegar el primer satélite regional para vigilancia climática y territorial. Se trata de un CubeSat de bajo costo y alto impacto orientado a monitorear sequías cambios de uso del suelo y riesgos ambientales en el norte del país. El anuncio se enmarca en el fortalecimiento de la industria espacial chilena con la próxima puesta en marcha del Centro Espacial Nacional y el desarrollo del Sistema Nacional Satelital (SNSAT) que integra capacidades para monitoreo territorial gestión de emergencias protección ambiental y apoyo a políticas públicas. Antofagasta en Órbita aportará datos locales clave para planificación y respuesta ante desastres en un territorio mayoritariamente desértico. DTS contribuirá con su experiencia en ingeniería espacial desde la integración de componentes pruebas en laboratorio hasta seguimiento post-lanzamiento. Esta alianza se suma a acuerdos previos de la compañía con actores del sector y a su participación en instancias internacionales consolidando un ecosistema que proyecta a Chile hacia una mayor autonomía tecnológica. El hito refuerza la idea de que el norte del país puede transformarse en un polo estratégico para el desarrollo espacial regional.