el lunes pasado a las 16:41
En Tarapacá, bajo el sol del desierto, casi 4.500 toneladas anuales de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) se acumulan, pero solo el 3,2% se recicla formalmente. El resto degrada nuestro ecosistema, contamina el suelo con plásticos, vidrios, madera, componentes electrónicos y metales que tardarán siglos en desaparecer. Esta realidad, común en muchas ciudades latinoamericanas, se agrava por la predominancia de la gestión informal: la mayoría de los RAEE termina en canales no certificados, donde prácticas artesanales y falta de control ambiental aumentan los riesgos para la salud y el entorno.
Frente a este desafío, GEEC LTDA se posiciona como el principal gestor autorizado de RAEE en la región. Desde Alto Hospicio, GEEC opera con certificaciones del SEA y MINSAL, siguiendo procesos certificados que aseguran la recepción, almacenaje, desarme y segregación de residuos electrónicos no peligrosos, derivados a recicladores certificados y destinos finales autorizados. Su modelo de gestión transparente y seguro incluye registro detallado de cada artículo, almacenaje en instalaciones controladas, desarme técnico y emisión de certificados de gestión y trazabilidad.
GEEC también impulsa la economía circular local: reacondiciona equipos operativos para donarlos a escuelas y comunidades, mientras los materiales reciclados vuelven a la industria. Con capacidad para gestionar hasta 10.000 kg mensuales, la empresa adapta sus servicios a las necesidades de cada cliente y garantiza que ningún residuo peligroso permanezca en sus instalaciones. La empresa ha consolidado un crecimiento exponencial en la gestión de RAEE desde 2021, procesando más de 43 toneladas hasta mayo de 2025. Sin embargo, la informalidad sigue siendo el gran desafío, la mayor parte de estos residuos electrónicos en la región termina en canales informales, perdiendo valor y generando riesgos ambientales y sanitarios. El vertedero Santa Inés recibe más de 120 mil toneladas de basura al año sin separar RAEE, y la región apenas alcanza el 7,8% de reciclaje, lejos del 30% que exige la Ley REP para 2030.
La experiencia internacional demuestra que integrar y formalizar a los actores informales, junto con campañas de educación ambiental y más puntos de recolección, es clave para avanzar. Tarapacá tiene la oportunidad de liderar la revolución del reciclaje electrónico en Chile, apoyando a gestores certificados como GEEC y promoviendo la economía circular.
La basura electrónica no es un problema sin solución: es una oportunidad para transformar Tarapacá en un referente nacional de economía circular y sostenibilidad. Cuando autoridades, empresas y ciudadanía se unen para apoyar a gestores certificados como GEEC, cada residuo electrónico deja de ser una amenaza y se convierte en motor de desarrollo, empleo verde y protección ambiental. Con decisión política y compromiso social, Tarapacá puede liderar este cambio: es momento de que las autoridades impulsen, faciliten y reconozcan el trabajo de quienes, con pasión y profesionalismo, están construyendo un futuro más limpio y próspero para la región.
El nuevo centro busca dotar a la región de capacidades permanentes para monitorear avances e identificar brechas y diseñar políticas públicas más eficaces y contextualizadas.
Las 23 figuras de bronce que integran la muestra del escultor chileno Héctor Valdés generó gran expectación entre los establecimientos educacionales, permitiendo que los estudiantes conocieran en detalle ciertos acontecimientos históricos de relevancia, en el marco conmemorativo del Mes del Mar.
Residuos electrónicos: GEEC y la cruzada de Tarapacá contra el modelo de usar y tirar.
Las 23 figuras de bronce que integran la muestra del escultor chileno Héctor Valdés generó gran expectación entre los establecimientos educacionales, permitiendo que los estudiantes conocieran en detalle ciertos acontecimientos históricos de relevancia, en el marco conmemorativo del Mes del Mar.
Los trabajos se realizarán en el Santuario, pero excepcionalmente la imagen será sometida a un estudio de Rayos X en el control aduanero de Quillagua. Este análisis es clave para iniciar el proceso restaurativo, el cual no alterará su presencia durante la festividad en julio próximo porque se adoptarán medidas de resguardo sin afectar la celebración.