– No terminar de acostumbrarse a dormir en compañía.
– Uno de los dos se mueve insoportablemente.
– Muchas veces se hacen presente los fastidiosos e insoportables ronquidos nocturnos.
Sea cuál sea el caso, cada vez son más las parejas que toman la determinación de dormir en cama separadas en el mismo lugar o incluso hacerlo en cuartos distintos. De seguro que esto puede traer un mejor descanso, sin embargo, especialistas advierten que dentro de la solución se puede desarrollar un gran problema.
Pérdida de atracción sexual
Ustedes dirán: “no hay problemas porque se puede tener relaciones sexuales y después cada quién por su lado y si llegan a volver a tener ganas, se vuelven a reencontrar en cualquier cuarto”. Aunque parezca fácil, un estudio asevera que el tema puede tener alta complejidad y efectos en la relación sentimental.
El psicólogo argentino, Jorge Armando Bogarín explicó en el medio Tn, que tomar la determinación tiene que ser con verdadera convicción entre ambas personas y cuidar la relación con previos acuerdos de rutinas y costumbres. Por ello, el quid del asunto es el acuerdo definido, porque, aunque el amor es indispensable, es también cierto que el buen dormir es fundamental para la buena salud en los seres humanos.
“No habría inconvenientes cuando coinciden en sus hábitos para dormir, pero las diferencias pueden afectar la salud física y mental de la persona que no logre un sueño saludable, aumentando las probabilidades de padecer cambios en el humor, desconcentración, distrés, además de enfermedades como la diabetes, las cardiovasculares y cáncer, entre otras”, indicó el psicólogo sudamericano.
Simple, si no se define y explica el porqué se toma la determinación de dormir por separado puede convertirse en un verdadero problema. Bogarín indica que se tiene que dejar en claro que el acuerdo es por una medida para mejorar el descanso obligatorio nocturno.
“La interpretación que cada miembro de la pareja haga sobre esta decisión resulta crucial, ya que puede ser entendida como un acto de amor (el otro me cuida) o como una conducta de rechazo (el otro no me quiere más). Es decir, no es lo mismo dormir separados para no contagiar al otro con una gripe que hacerlo para evidenciar enojos, reproches o distanciamiento. El amor se demuestra, también, cuidando que la pareja descanse saludablemente”.